Los discos para amoladora son un consumible en el que deberemos invertir de forma regular. En el mercado existe una amplia variedad de opciones que pueden resultar confusas a la hora de elegir cuál disco utilizar en cada situación. A continuación te ofrecemos una reseña con la información básica de cada uno de ellos.

Discos imprescindibles

Discos de corte: Los discos de corte para amoladoras vienen en espesores que varían entre 0,6 mm y 3 mm. Es incorrecto pensar que los discos más finos son adecuados para materiales finos y los discos más gruesos para materiales gruesos. Los discos más gruesos son ideales para cortar materiales finos que pueden vibrar al entrar en contacto con la amoladora, lo que puede desgastar el disco más rápido. Por ejemplo, si se necesita cortar una malla de hierro desplegado, es importante utilizar un disco grueso para evitar que se parta o se consuma rápidamente debido a la oscilación del material. Por otro lado, los discos más finos son ideales para cortes precisos y no se deben usar en materiales de menor espesor. Es importante tener en cuenta que estos discos están diseñados para utilizarse a 90 grados y no se recomienda utilizarlos para retirar rebabas.

Disco de desbaste: Desbastar significa “retirar material”. Este tipo de disco se utiliza entonces para aplanar superficies, retirando material como la sobremonta de la soldadura. Los discos de desbaste son robustos y no se utilizan para limpiar superficies ni sacar óxido.

Otros discos

Discos de corte y desbaste: La marca Rhodius fabrica estos discos de 1.9 mm. Son una opción versátil que cumple tanto la función de corte como de desbaste. Están preparados para soportar 10 veces más la fuerza lateral que los discos de corte. Son una gran opción para aumentar el tiempo de productividad en el caso de solamente contar con una sola amoladora en el taller. (Acá un poco más de info sobre estos discos)

Discos flap: tienen lijas superpuestas y adheridas que van desde granos de 40 a 120, dependiendo de la terminación que querramos lograr. Se utilizan para dar una terminación más fina que el desbaste, dejando la pieza con un efecto espejado. Los discos flaps varían en su composición: según la adecuación del material podemos utilizar discos de circonio o de grano cerámico.

Discos de lija: Los discos de lija son una alternativa económica a los discos flap. Se utilizan con una base plástica con brida, también conocida como bonete.

Discos de alambre: Los discos de alambre se utilizan para remover pintura, óxido o corrosión. Tienen mayor vida útil que los de fibra pero pueden exigir mucho al motor de la amoladora debido a su peso.

Discos de fibra: Los discos de fibra tienen el mismo uso que los discos de alambre, pero están compuestos de granos adheridos a filamentos de nylon. Son más veloces y livianos, aunque se gastan más rápido.

Es importante en todos los casos prestar atención a las etiquetas de los mismos. En ellas vamos a encontrar información importante como las recomendaciones de uso, superficies aptas, tipo de abrasivo, fecha de vencimiento y velocidad máxima con las que se puede usar.

Otros artículos que pueden interesarte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *