Los talleres de herrería son espacios que requieren medidas de seguridad específicas para prevenir lesiones. Algunos elementos de seguridad son imprescindibles, como la máscara de soldar, las gafas y el delantal, mientras que otros son muy recomendables, como los protectores auditivos, los guantes y el calzado de seguridad.

La máscara de soldar es fundamental para proteger los ojos y la piel del rostro de los rayos intensos y gases producidos durante el proceso de soldadura. Es importante usar una máscara que cubra todo el rostro.

Las gafas son necesarias al trabajar con la amoladora de mano, de banco, sierra sensitiva o en la fragua, para proteger los ojos de las esquirlas.

El delantal de cuero protege la ropa de las esquirlas, otras proyecciones de la amoladora y de la soldadora, y objetos punzantes que pueden causar lesiones en el taller.

Los guantes son muy recomendables para proteger las manos y tendones de la radiación de la soldadura, aunque pueden entorpecer la precisión en la manipulación de objetos. Para soldadura prolongada, se recomiendan guantes largos de soldador, mientras que para la forja en caliente, son más cómodos los de vaqueta fina o medio paseo.

Los protectores auditivos son altamente recomendables en cualquier trabajo de herrería.

Los zapatos de seguridad, de cuero y con puntera de metal, son imprescindibles al trabajar con objetos pesados o contundentes. Es importante usar calzado cerrado para proteger los pies de objetos incandescentes. Además, la entrada del pie al zapato debe estar cubierta por un pantalón que caiga sobre el calzado, preferiblemente de tela no sintética.

Por último, es importante usar ropa de materiales no sintéticos, como el algodón, para prevenir lesiones por quemaduras al trabajar con materiales calientes en el taller de herrería.

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